CINEMA

Ayer la llamé a Kárem. La llamé sin miedos y sin nervios. Le pregunté: ¿Cómo había salido en sus exámenes finales? Ella me dijo que en la mayoría de sus cursos estaba muy bien y sólo le faltaba un curso que sobre los hechos, caía por sí solo. Y bueno, también me dijo que le faltaba presentar algunos trabajos pendientes. En resumen, la noté feliz por acabar de una buena y varias maneras la carrera de Diseño Grafico. El otro día conversando por Messenger, me escribió diciéndome que ya estaba trabajando; yo, como siempre, con mis exabruptos y estupideces, le escribí preguntándole: ¿De qué estás trabajando, Kárem?... ella me respondió: de qué más… de Diseñadora pues, Iván… Yo estoy muy feliz por ella. Aunque todavía no he tenido el honor de ver su arte en escena, su feeling a la proyección, sus ojos a la creación, y su anhedonia, esa incapacidad para experimentar placer (arte), que tiene que sentir (sufrir) de vez en cuando un artista, para así, comenzar de nuevo, para volver a tener vida,...