PARTE TRES (3)
NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL.

3
Paloma, había ingresó a la universidad por un traslado externo. Lo cierto que nadie supo de qué universidad venía. Ni el porqué de su traslado a la facultad de Economía. Paloma, siempre fue muy misteriosa. Misteriosa incluso con Andrés, que, de cierta manera fue como su mejor amigo. Nadie conocía su casa. Cuando le hablaban de sus padres sólo solía decir que estaban bien y nada más. Nadie los conoció. En la universidad, Paloma cumplió. No fue una alumna maravillosa, pero tampoco una mediocre profesional. Paloma, siempre se vistió con mucha ropa. Paloma, fue todo lo contrario de Abril. Todo lo contrario en gustos y colores. No salía con nadie, no iba a fiestas, no tomaba, no fumaba, no iba por chicos, sólo le gustaba estar en casa leyendo libros, un placer sano que Paloma adoraba siempre hacer. Antes de ir a la universidad le gustaba correr una hora por todo el parque de su casa. No era ni gorda ni flaca. Tenía buen cuerpo, aunque ella siempre ocultó sus atributos corporales. Había pretendientes y muchos. Pero ella los alejaba, o simplemente no les decía nada. Andrés un día le preguntó: ¿Paloma nunca te has enamorado?. Ella le contestó, aludiendo, que no pensaba en eso todavía. Siempre fue lacónica con temas de amores y de sexo. En la universidad le pusieron la monja. Al principio no le gustó el sobrenombre que le habían puesto, pero al final se dio cuenta que nada bueno sacaba molestándose. Paloma, le gustaba hacer dulces, la cocina sí le gustaba y siempre salía con una receta nueva y no paraba hasta que el postre y la comida le salieran bien. Paloma, nunca usó un celular. Andrés siempre la regañaba porque cuando quería llamarla no podía hacerlo porque simplemente Paloma no tenía un celular.
Paloma, en su casa, escuchó el llamado a la puerta. Por la hora, ella misma se sorprendió de la visita de un hombre conocido y a la vez odiado. Paloma, lo dejó entrar, no le quedó de otra. Paloma, al cerrar la puerta de su casa, automáticamente, sacó un sobre que estaba camuflado en su vitrina de su sala, exactamente detrás de su espejo. El hombre misterioso, al recibir el sobre, empezó a palpar y a contar el dinero, moviendo la cabeza positivamente, en forma de aprobación. Paloma, al sentir que todo andaba bien, y sin esperar que el hombre terminase de contar lo que había en el sobre, caminó hacia la puerta y la abrió.
-Si todo está completo, entonces, ya te puedes ir… -el ruido de la puerta, por falta de aceite, molestó al hombre extraño.-
-Así me gustan las cosas, Palomita, al día y completo…
-Para la próxima, déjame una cuenta en cualquier banco, ya no quiero que vengas a mi casa…
-¿Qué pasó, Palomita?, ¿así es como tratas a tus amigos?…
-Por favor, tengo que estudiar, la puerta está abierta, yo no soy tu amiga… -el hombre extraño, le agarró del brazo, el otro brazo que estaba libre, y violentamente se pegó a ella y le dijo-:
-¡Creo que no has entendido, Palomita!, acá se hace lo que yo diga… así es que yo puedo venir a visitarte a tu casita todos los días si es preciso.
-¡Suéltame!, ¡me haces daño!…
-¿Entendiste?… todos los días. Ahora me voy, porque tengo varias cosas qué hacer… pórtate bien…y sé buena, ya… -el hombre extraño la saltó, y se fue sin mirarla-
-¡Hijo de puta!... –Paloma, cerró la puerta con violencia, gritó otra vez, ¡hijo de puta!, no lloró, se calmó, buscó sus cuadernos, los encontró, y los puso sobre la mesa y se sentó a estudiar. Antes de abrir su cuaderno, soltó por tercera vez el insulto, ¡hijo de puta!... y no puedo más, sollozó en silencio.
Hola
ResponderEliminarMi nombre es Paulina y administro un directorio y buscador de webs y blogs. Me ha gustado mucho http://ivanseru55.blogspot.com, me gustaria intercambiar enlaces. Puedo agregar tu pagina en nuestro directorio para que así mis visitantes puedan visitarla tambien.
Si te interesa, escribeme al mail: p.cortez80@gmail.com
Saludos
Pau