MISTERIO Y UN AMOR

El doctor Ortiz despierta con un dolor de cabeza que lo desubica por completo. La noche la terminó con varias botellas de vino, cosecha vieja, y de años no antes 1990. Su viejo amigo Papelito cada vez que regresa de España le trae siempre el vino a su medida y a su estilo. Suena el celular, él contesta: ¿sí?... buenos días, me comunico con el doctor Ortiz. Sí, él habla. Buenas doctor, soy la señora Claudia, soy amiga de Papelito, él me dio su número. Ah, cómo está, dígame en que le puedo ayudar. Lo que pasa doctor es que, mi ex esposo me quiere quitar a mis hijos, argumenta que soy una mala madre, que a mis hijos los tengo descuidados, que no les doy de comer eso y mucho más… es un imbécil, qué se ha creído. Ah, lo que usted quiere que yo sea su abogado. Sí, doctor, usted es el elegido. Mire señora, yo no tengo ningún problema en ayudarla, sólo le voy a pedir que me deje un par de semanas para resolver algunos asuntos y después de eso agendo su caso. No se preocupe doctor, yo le espero, justo el cretino de mi ex marido se ha ido con su amante de vacaciones a Brasil. Bueno, se nota que su ex marido económicamente le va muy bien. Es un conchudo. Entonces, dejemos que el cretino disfrute de sus últimas vacaciones. No sabe con quién se ha metido. Gracias doctor, eso quería escuchar, necesitaba alguien que me apoye, últimamente me he siento tan sola, desamparada. Me lo imagino, pero entonces así quedamos, hasta pronto señora Claudia. Hasta pronto doctor Ortiz.
Le gustó el tono de su voz, le pareció sexy, delicada y tierna. El doctor Ortiz volvió al celular para llamar a su amigo Papelito para agradecerle y de paso preguntarle si esa tal señora Claudia era su amiga y, sobre todo, si era de confianza.
Estás loco, ¿Claudia?.. Quién es esa comadre, tío, joder. Qué, no la conoces Papelito, pero si me dijo que tú le habías dado mi número de celular. ¿Yo? Está loca, yo no le he dado nada a esa tía, joder. Hombre, cuidado con esa tía.
El doctor Ortiz, piensa y piensa, mirando su celular y el número registrado de esa llamada que tan confundido. Quiere llamar a esa tal Claudia para desenmascararla y decirle realmente qué es lo que quiere o a qué quiere jugar. Que él no está para perder el tiempo y que no la vuelva a llamar. En ese momento, el doctor Ortiz siente el llamado a la puerta. El doctor Ortiz abre la puerta, es el conserje que le alcanza unos papeles y recibos a pagar. En uno de esos documentos encuentra una carta cerrada con solo su apellido: Para el doctor Ortiz. Se queda anonadado con la misiva entre sus manos, ni siquiera escuchó el saludo de despido del conserje. Sólo cerró la puerta, se sentó en el pequeño sillón de su hall y se puso a abrir la carta para leerla.

Calor diario inicial afecto lágrimas un amor. Muerte.

Sólo había ese mensaje en aquel papel que, dicho sea de paso, lo dejó más confundido que antes. “calor diario inicial afecto lágrimas un amor. Muerte” qué es lo que realmente significaba esas palabras. Qué es lo que realmente le quieren decir o avisar. Vuelve al celular para llamar a otro amigo, a su amigo Estenos, él un experto resolviendo claves y acertijos. Lo conoció en el aeropuerto Jorge Chávez cuando se le había quedado la llave adentro de su auto. Estenos regresaba de dar clases de simbología Griega en la Universidad de ONAGI en New York. Es cuando lo ve a Ortiz desesperado porque se le había quedado su billetera con todos sus documentos dentro de su auto. Estenos, resolvió el problema cuando sacó de su auto una pelota desinflada y en la otra mano un inflador. Después regreso a su auto y sacó un alambre longitud un metro aproximadamente y se lo entregó al doctor Ortiz. Estenos, Introdujo la pelota desinflada lo más que pudo en una de las puertas del auto del doctor casi hasta llegar hasta la mitad, y muy despacio con el inflador en la otra mano empezó a inflar la pelota, cuando la puerta del auto empezaba a ceder como si fuera un arco, Estenos le dijo a su amigo que, con el alambre, levante el pestillo del auto, efectivamente eso hizo, levanto el pestillo, y la alarma comenzó a sonar. Solucionado el problema, el doctor halla su billetera le entrega su tarjeta personal a su amigo Estenos y le dice: te debo una, amigo, llámame la próxima semana, hasta pronto amigo, el avión me deja. Ya han pasado diez años de ese suceso, y diez años de pura amistad.
Ja. ¿Qué, te ha llegado una carta con ese mensaje?. Ja. Mi querido doctor usted es una cajita de sorpresas. Sí, amigo, por eso te estoy llamando, tú eres el único que puede resolver este acertijo, mensaje o si realmente se trata de una maldita broma. No te preocupes querido amigo, en media hora estoy en tu casa, has tenido suerte, porque mañana viajo a Francia, me han invitado a la conferencia de los sueños ocultos. ¿Sueños ocultos?... amigo Estenos, usted ya quemó ah… nada mi querido doctor, es un tema excelente, queremos llegar a descifrar los sueños, por más ocultos que estos sean. Mira querido amigo, este asunto no es un sueño, es una realidad, alguien me quiere hacer pasar una mala jugada o me quiere asustar. Así parece mi querido doctor, voy para tu casa, espérame.
Estenos maneja lento, siempre con los cinco sentidos puestos, siempre siendo cortes con los otros conductores y con los transeúntes, siempre cediendo el paso y siempre cantando dentro de su auto. Siempre vuelve a su memoria, sobre todo cuando maneja, de su adorado perro llamado Fofo. Recuerda él que fue un gran perro, siempre a su lado, siempre esperándolo cuando regresaba de viaje, siempre presto a cada caricia, siempre amigo fiel, siempre todo. Extrañaba a su perro Fofo, lo extrañaba de verdad.
Así que esto tenemos mi querido doctor. Sí, Estenos, siéntate, yo sé que tú eres el único que me puedes ayudar. Eso espero, a ver… me dices que recibiste una llamada de una tal Claudia antes de recibir este mensaje. Sí, pero la he vuelto a llamar al mismo número registrado en mi celular, pero suena fuera de servicio. Apúntame el número en un papel, lo voy a registrar también, pero primero quiero descartar si esa llamada tiene relación con este mensaje. No creo, bueno, ojalá que no, Estenos. Este mensaje es más serio de lo que creí, porque al final te ponen Muerte. Eso me asusta y me preocupa. Dímelo a mí, mi querido Estenos, dímelo a mí.

Estenos, con el mensaje entre sus manos y mirando la ventana de su amigo, recuerda haber resuelto esto antes, pero hace mucho tiempo. Fue en un rescate de un empresario capturado por unos terroristas de alto vuelo en Inglaterra, hace memoria, vuelve a mirar el papel, relee el mensaje, vuelve a irse por la ventana y cuando regresa, sonríe pero mirando a su viejo amigo. Sí, tiene relación este mensaje con esa llamada que recibiste mi querido doctor. ¿Sí?... a ver demuéstramelo. Porque no le veo por ningún lado la relación según tú. Ven siéntate, observa: 

Calor diario inicial afecto lágrimas un amor. Muerte.

Ahora: Calor Diario Inicial Afecto Lágrimas Un Amor. Muerte.


C D I A L U A = CLAUDIA. MUERTE.

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