LA PAZ SEA CONTIGO HERMANO.

La paz sea contigo hermano. Por favor, ya no nos hagamos más daño, ya para qué, si ya estamos aquí. De una vez dejemos las rencillas y volvamos a ser los amigos que siempre fuimos. Tú estás en el cielo y yo también, aunque sabemos muy bien que este lugar es hermoso; pero también sabemos que nuestra rápida partida de la tierra, fue muy precipitada. No sabes cómo extraño mi selva virgen, los árboles, las plantas, mis animales y mi gente. Extraño la caída de ese amanecer sobre mi pueblo, sobre mi tierra, sobre mi piel. Un amanecer que alimentaba mi alma y las almas de toda la gente de mi pueblo. Y no te hagas el loco porque sé muy bien que tú también extrañas a tu gente, sí hombre, se nota a simple vista, ya ves, ya quieres llorar… extrañas a tus hijos, a tu esposa, a tus amigos, a tus padres, a tus hermanos, a tu Lima querida. Extrañas esa neblina cegadora y esa llovizna jodida que de algo sirve, ya veo, sólo para limpiar las veredas de tu ciudad. Extrañas los desayunos en el cuartel donde entrenabas con rudeza con un sólo compromiso, que era defender tu patria, defender nuestra patria. Extrañas las combis llenas y, en ellas, el tráfico que cada día, parece, se pone peor. Como verás, ya nada gira a nuestro alrededor, ahora, tan sólo somos, desde aquí, unos simples espectadores. Cuánto nos pesa no haber conversado antes, cuánto nos pesa no haberte mirado primero a los ojos y ver que no tenías malas intenciones, y aunque no lo quieras creer, yo tampoco. Cuánto nos pesa habernos hecho daño, tú con tu fusil y yo con mi lanza, esa misma que utilizaba para cazar, esa misma arma que tú utilizabas para defender nuestra patria. Cuánto nos pesa hermano, cuánto… La paz sea contigo hermano.

¿Solución?, ahora me pides una solución, ahora que estamos arriba y ya no abajo. Ahora que sólo nos dedicamos a mirar y ya no a actuar. Ahora que vemos que mi “líder” se va a refugiar en el país de Nicaragua y tu Presidente sigue buscando la solución como se busca una aguja en un pajar, no hermano, ya nuestra historia terminó, ya nuestra historia quedará sólo para nuestros seres queridos, esos, que tarde o temprano estarán aquí con nosotros, en este bello lugar. Deja que los demás, los que están abajo, busquen la solución adecuada, entre leyes y derogaciones, confiemos que darán con la mejor solución. Y ya de una buena vez deja ese rifle que ya no estamos en la tierra en guerra, que yo también dejaré mi lanza sobre el suelo, para tomar tu mano y así respirar este aire puro y fresco de este hermoso lugar. La paz sea contigo hermano.

-Hermano cierra la puerta del paraíso, hace frío…
-El frío es una idea, hermano, ja.
-¿Sabes?, cuando estaba en la tierra no entendía tu idioma, ahora te entiendo todo…
-Yo tampoco, hermano. El castellano se me hacía muy complicado entenderlo. Pero ahora sí, entiendo todo.
-Que te parece si hacemos una rica parrillada…
-Genial, ¡mira!... ahí están tus amigos y mi amigos… vamos con ellos y así comemos la parrillada todos juntos, como los hermanos que somos…
-Chévere, y lo que está pasando abajo ya no nos interesa, ¿no?…
-Claro, nosotros ya cumplimos, para bien o para mal, pero ya cumplimos…
-Sí, es verdad.
-¡Oye!… ¿y para tomar?... Sabes muy bien que acá en el paraíso no hay cerveza ni mucho menos masato, sólo vino…
-Ja, estonces, empezamos con el vino… ¡Salud, hermano!...
-Ni modo pues, ¡salud, hermano!.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CAPÍTULO 12

CAPÍTULO FINAL