JOSÉ, VERÓNICA, TERESA Y DOS REGRESOS.

José, Verónica, Teresa y dos regresos.
José me presentó a su enamorada. No, no era Celinda, sino otra chica que conoció en una discoteca. Cuando abrí la puerta de mi departamento me doy con la grata sorpresa de ver a José y a Verónica (la nueva enamorada de José) muy felices y cogidos de las manos. Eran las seis y pico de la tarde de un sábado cualquiera.
-José… amigo, qué sorpresa…
-Iván, disculpa por no haber llamado antes…
-No, no te preocupes, tú sabes que mis sábados por la tarde las hago en mi casa…
-Que bien, mira, te presento a mi enamorada, Verónica…
-Hola Verónica, mucho gusto…
-Hola… el gusto es mío…
-Pero no se queden ahí, pasen, están en su casa y no afuera…
-Jajajaja… no Iván, sólo hemos venido a invitarte personalmente al cumpleaños de Verónica. Toma, aquí está la dirección y el croquis para llegar…
-A ver, déjame ver… Ah, Surquillo, por la Calera, sí conozco…
-Entonces te esperamos… mira no nos falles, ah.
-No, al contario, gracias por la invitación, y ahí estaré…
-Ok… nos vamos, hasta más noche….
-Hasta la noche… cuídense mucho.
-Gracias-Gracias.
Se le veía muy enamorado a José. Él no me había contado nada, seguro será porque a José lo cambiaron de sección. A José lo mandaron a la torre para que se encargue de todas las entrevistas de espectáculos; habilitar y trasformar los pisos y los salones con bellas escenografías, con luces y reflectores expresivos y potentes, cámaras filmadoras de última generación, Laptops programadas y útiles periféricos para que no falte nada. Mejor dicho, a José le habían dicho (ordenado) que se hiciera cargo de todo lo que se pueda ver y encontrar en un ambiente televisivo. Y todo para que se difunda en la página web el periódico donde trabajábamos. Prácticamente, tanto José y yo, habíamos perdido contacto. Pero me dio un gusto enorme, de verdad lo expreso y lo escribo así, de ver a mi amigo José tan feliz con su novia Verónica. Me era imposible fallarle y así fue, no le fallé. Quise ir acompañado; pero Isabella que, para ese entonces era mi enamorada, estaba de viaje con su grupo de amigas de la universidad. Isabella y sus amigas de la universidad se habían ido al Cusco, Isabella quería que fuera con ella, pero mi trabajo le dijo que no. Así que esa noche de aquel sábado me fui sólo y con todas las ganas de tener un buen compartir con José y con Verónica.
Tomé el primer taxi que me interceptó y con la misma le expliqué al taxista por donde tenía que ir y dejarme en la reunión-fiesta de Verónica. Cuando llegué a la Calera, dicho sea de paso, ubiqué la casa roja en un abrir y cerrar de ojos, me di cuenta que estaba vacía o bueno que no había ambiente de fiesta, mucho menos, de alguna reunión, en pocas palabras, no pasaba nada. Pero toqué y esperé el inicio de algo que ya me imaginaba cómo iba a terminar.
-Hola Iván…
-Hola Verónica… ¡Feliz Cumpleaños!...
-Gracias… pero pasa, José está en la cocina haciendo los tragos, a ver si lo ayudas porque el pobrecito está que se demora…
-A ya, bueno lo voy a ayudar, aunque créeme que estoy en las mismas…
-Ay por Dios… estos hombres jajajajaja….
Fui al encuentro de mi amigo José y efectivamente estaba en la cocina preparando los tragos y más tragos para esa noche-madrugada.
-Iván… sabía que no me ibas a fallar.
-En la vida, José… cómo vas con los tragos…
-Más o menos, pero algo es algo…
-José, ¿tan tarde empiezan estas fiestas?... va a ser media noche, tío…
-Si pues, mi flaca hace sus fiestas tipo discoteca…
-Ya veo…
-Y eso no es nada, Verónica, tiene unas amigas… muy buenas…
-Me imagino… pero tú sabes que yo ya estoy con Isabella…
-¿Sí?... ¿has venido con Isabella?... ¿Está aquí la chibola?...
-No José, ella está de viaje, se fue con sus amigas al Cusco…
-Vaya hombre, ustedes sí que tienen una relación muy abierta…
-Eso se llama confianza, José… Confianza.
-Bueno, Iván, si tú lo dices…
-Escucha, ya están llegando la gente… y yo estoy con los tragos a medio terminar… ¡puta madre!...
-Tranquilo, si quieres te puedo ayudar…
-No, gracias… mejor siéntate en la sala, comparte con los que ya están ahí, que yo ya te caigo en un ratito…
-Ok, tío…
Caminé hasta la sala y Verónica sin importarle que nadie me conociera alzando la voz me pregunto:
-¿Iván, cómo va José con los tragos?...
-Ya está terminando… en un rato sale…
-Eso espero.
Verónica, me presenta al pequeño grupo que había llegado recién para entrar en confianza. Entre ese grupo estaba una linda chica, se llama, Teresa. Teresa con toda la confianza del mundo me hizo una pregunta que me sorprendió mucho y, dicho sea de paso, inicio conmigo una linda conversación:
-¿Me parece haberte visto antes?...
-A mi también… ¿Cómo me dijiste que te llamabas?...
-Teresa. Teresa Valverde…
-Mmmmm me suena tu nombre…
-En cambio yo sí recuerdo que te he visto en algún lado o te conozco por foto… pero qué raro, no estás en mi Facebook, ni en mi Hi5…
-Tú tampoco Teresa… será motivo para agregarte…
-Sí… … … ya sé, tú eres IVANSERU Y LOS SOCIOS DE LA FE. Síííííí…
-No, nada qué ver…
-No me engañes que tu risa te delata…
-Bueno, sí… soy el que escribe en ese blog…
-Manya… déjame decirte que me he leído las dos novelas y todos los posts, ah…. Y para qué, ah… sí entretienes…
-Bueno Teresa, esa es la meta ¿no?... entretener.
-Claro, siempre te leo después de mi refrigerio… tú sabes, uno en la oficina almuerza rápido para que el resto de la hora la pase googleando en la computadora…
-Lo mismo hago yo… me pongo a leer y a chismosear.
-Pero de verdad, tienes unas historias sacadas de cuadro… ¿Y es verdad que no son tus historias?...
-Bueno Teresa, siempre uno parte escribiendo sobre algo real y de ahí dejemos que la imaginación haga su parte. Que fácil sería escribir sobre lo que te sucede en el día a día ¿no?... hay que transformar la realidad para que se convierta una mentira verdadera…
-Si pues… Por favor, no te inspires conmigo… por favor…
-No, yo no hago eso… yo no escribo, mencionando a nadie real.
-Eso espero…
-¿Y tú qué haces por la vida?...
-Soy profesora de Idiomas…
-Mira tú, qué bonito trabajo…
-Sí, para qué… me gusta mi trabajo… enseño el italiano en dos colegios, el inglés en el británico y el portugués en un centro de idiomas que pertenece a la Universidad del Callao.
-¿Usted no tiene tiempo para nada?… ya veo que no tienes con qué aburrirte.
-Así es, señor. ¿Y tú, qué me cuentas?... no me digas que sólo te dedicas a escribir, ah…
-Bueno, por ahí va la cosa también… trabajo en un periódico…
-¿Cuál?...
-El Mercadeo…
-Ah, qué bueno… seguro en la sección de espectáculos…
-¿Qué comes que adivinas?...
-Jajajajaja…
-Me va muy bien… no tengo horarios establecidos, pero es lo que me gusta hacer…
-Ya sé, escribir…
-No, chismosear jajajaja
-Jajajajaja… Que chistoso jajajaja me imagino que tu enamorada debe reírse mucho contigo…
-Bueno sí, Isabella, se ríe mucho de mis estupideces jajajaja…
-Que envidia. Sabes que nosotras las mujeres nos gusta que nos hagan reír mucho… hoy en día trabajamos tanto, después nos entregamos a la maldita rutina, después, al estrés y, para terminar, tenemos que lidiar con este maldito tráfico… imagínate, y lo que menos queremos al lado nuestro un enamorado que nos hable de negocios, trabajo, deudas, fracasos y más rutina.
-Pero hay que hablar de todo un poco… no vayas a pensar que soy un payaso o el hazmerreir de todo el mundo…
-No pues, no me refiero a eso… sino, ya más íntimamente, claro está, con tu pareja.
-Mmmmm… ¿me estás dando a entender que tú tienes problemas con tu pareja?...
-¿Qué comes que adivinas Socio de la Fe?...
-Por la forma cómo me cuentas estas cosas, es muy obvio, ¿no?…
-Ya mi relación está a la suerte… tenemos cuatro años y ya no es lo mismo, el fuego se apagó… y bueno la costumbre y más costumbre… no sabes, hemos hecho lo imposible para que la rutina y el aburrimiento no nos mate…
-Me imagino… en cambio yo con mi enamorada tenemos dos meses recién…
-Qué envidia… deben estar con toda esa euforia de los primeros meses. El fuego que quema…
-Bueno, estamos bien… no me puedo quejar.
-¿Y dónde está ella?... perdón, si es tu enamorada, debería estar aquí, ¿no?…
-Isabella, está en el Cusco, se fue con sus amigas de la universidad…
-A ya… que bueno. Se nota que se tienen mucha confianza. Imagínate a mi yéndome al Cusco con mis amigas sin mi enamorado… Él me mata.
-¡Anda!…
-Sí, es un celoso de aquellos…
-¿Y por qué no está aquí?...
-Ya está en camino, me acaba de llamar…
-Antes que me deje el ojo morado, vamos cortando esta conversación jajajajajaja…
-No, no es para tanto… ¿y dime Iván, Isabella no se pone celosa por los personajes de tus novelas y de las chicas que mencionas ahí?...
-Bueno, hemos conversado de eso y ella como buen periodista que va a ser, lo toma de lo más normal. Ella me conoció escribiendo, con el blog hecho, y sobre todo, sabe que todas esas historias son mentiras verdaderas, irreales y, a la vez, pretensiosas… me acuerdo que ella me dijo un día: Iván, al estar contigo, a la cuenta que estoy con un actor de un blog…
-Bonita comparación… un actor de un blog jajajajaja…
-Sí, porque si fuera de televisión o de cine sólo sería un actor de terror jajajajaja…
-Jajajajaja qué buena…
-Está sonando tu celular…
-Ah, sí… debe de ser Él, ya debe estar afuera…
-Entonces te dejo para que lo recibas… hablamos, Teresa…
-Sí, hablamos, Ivanseru.
La fiesta se puso a sol de pie. Ya la sala estaba llena y el jardín acogía a los nuevos invitados que estaban llegando. A Teresa la había perdido de vista, y a José también. Prácticamente estaba sólo, como nunca extrañé a Isabella, como nunca me dije: qué hago aquí sin pareja pero con enamorada. Ya me había cansado de estar por todos lados con el vaso de whisky en la mano. Ya me había cansado de mirar a las parejas, que se estaban besando, sobando, tocando y bailando. Así que inicié mi retirada como un luchar de box, herido por la tristeza, herido por la soledad. No me despedí de José ni de Verónica ni mucho menos de Teresa. Salí de ahí sin que nadie se diera cuenta, al llegar a la vereda, ya afuera de la casa de Verónica, yo mismo busqué interceptar al primer taxi que se me cruzara. Al subir, después de arreglar la carrera con el taxista, pensé en Isabella, pensé en lo feliz que debe estar pasandola con sus amigas, quizás esté coqueteando con algún turista, o quizás debe estar fumándose algún porrito de marihuana, escuchando a Calamaro, cantautor que le fascina. Mientras tanto yo seguía sobre las ruedas de un taxi extrañándola y, para qué negarlo, tenía la necesidad de hacerle el amor sobre mi cama, como muchas veces lo hice, como muchas veces lo haría. Al bajar del taxi me pregunté a mi mismo: ¿ya estoy enamorado de Isabella?... no me pude responder; quizá la respuesta, al estar sobre mi cama, caía por sí sola. Antes de dormir, cruzaba las tres de la madrugada, busqué mi juguete nuevo, recién comprado, una bellísima portátil, una bellísima máquina que sólo utilizaría para escribir; mas no, para jugar o chismosear. Revisé mis dos correos el de Hotmail y el gmail. El primero reemplaza a mi correo personal del periódico y el segundo es para los correos de amigos y amigas. Cuando buceé en el Hotmail, me doy con la sorpresa que hay un mensaje sin leer de Isabella, de inmediato hice clic en el mismo y me puse a leer lo que Isabella me había escrito:
Querido amor:
Primero déjame decirte que te extraño. No voy a negar que antes cuando estaba sola, me divertía mucho con mis amigas. Pero ahora, nada es bonito si no estás conmigo. Te extraño a mares, o mejor dicho como dices tú, te extraño a mares y océanos. Ahora mismo (11 de la noche) estoy saliendo con la chicas, vamos a ir a bailar, y no sabes cómo me han suplicado para que vaya con ellas, de verdad no quiero ir, ya no es igual si no estás a mi lado, te juro, que ni más me voy de tu lado, ahorita mismo estuviéramos bajo tu sabana desnudos tocándonos y besándonos. De verdad Iván, aunque me digan que tengo un pasaje gratis al Caribe, sin ti, me voy al baño con ese pasaje y ya sabes para que me va a servir, ¿no?... pero bueno, tampoco la voy a pegar de aburrida con ellas ¿no?... no es justo, pero eso sí me quedo un rato con ellas y me regreso al hotel a seguir pensando en ti y que de una vez sea domingo y ya tarde para regresar y verte en el aeropuerto. Estoy llegando a Lima a las 7 de la noche, espérame amor de mi vida, bueno, te dejo extrañándote infinitamente tu viajera, tu chibola enamorada.
Isabella.
Se me salieron las lágrimas al terminar de leer su email, ya la pregunta que me hice bajando del taxi, se respondió sola. Isabella me pertenecía y yo a ella. Antes de contestarle a Isabella su email y contarle todo lo que sucedió ese día, tarde, noche y madrugada, abrí a la par la cuenta del correo de mi gmail, cuando empecé a bucear caigo mudo al mirar lo que en ese madrugada no debió pasar. La madrugada ayudó con el silencio, el corazón latió sin que yo me diera cuenta, mis ojos miraban ya no la portátil sino el recuerdo, mis manos estaban frías, empecé a temblar, sólo hice clic apuntando al mensaje que cuando apareció comencé a leer:
Hola chico, rapidito y bonito… llego el lunes, espérame y no juegue ah… que dejo todo por usted chico… concha le vale, chamo, le voy a cambiar esa tristeza que he visto en sus ojos. Lo amo mi chamo bello… ya sabe, espéreme en el aeropuerto con una fría que llego a Lima-Perú a quedarme… su chama bella,
MAR.
(Maestro, yo tambien vuelvo a empezar)
(Sólo le pido a Dios: por todo el mundo, por toda la gente y por el amor)
lo máximo
ResponderEliminar