ALGO INESPERADO.
UN HOMBRE DE BUENA FE.
Hace poco, para ser más preciso, ayer, me despidieron de mi trabajo. No fue una decisión de mi jefe. Él también depende de otro jefe y de su planilla de contratación. En cambio yo, dependo de ambos y de un contrato a tiempo completo y a servicios no personales. Vaya término ¿no?... en fin. Mi jefe con toda la pena del mundo (se le notaba), me dio la penosa noticia de que ya no trabajaría más en la biblioteca de esta universidad. Que mi contrato ya se había vencido (como si hubiese firma algo parecido) y que no había presupuesto para el próximo año. Yo también estaba con pena. Ya me había acostumbrado a los libros, al sistema y, sobre todo, a los alumnos de la universidad. Acostumbrado a toda ese mágico mundo llamado universidad, que solo uno mismo lo puede sentir y, por lógica, vivir. Yo siempre, a todo ese mundo mágico, lo aluciné desde afuera y de verdad les digo que lamento mucho no haber estudiado alguna carrera en una universidad a pesar que las oportunidades siempre estuvieron ahí… siempre mamá solía decirme:
-Hijo, estudia algo. Mira que después quién va a velar por ti. Yo ya estoy vieja y no voy a estar siempre a tu lado…
-No mamá, no me gusta estudiar. Yo voy a trabajar… nada de estudio.
-Hijo, primero tienes que estudiar una carrera. No te gustaría ser profesional, ser por ejemplo: un Abogado, un Ingeniero, un Arquitecto… no te gustaría eso hijo…
-Todas esas profesiones están saturadas en el mercado laboral mamá. Yo sería uno del montón. Por favor yo voy a trabajar mucho para tener plata y nunca estudiar…
-Allá tú, hijo. Allá tú.
Siempre tenía para estas cosas (estudios) un millón de peros, y sólo para que me dejen tranquilo y no sigan con el rollo de que tenía que estudiar algo para mi futuro. Ahora me arrepiento del todo. Ahora mismo, que estoy haciendo mi entrega de cargo, se me viene a la mente que, si hubiese mostrado un poquito de interés en los prospectos que mi madre me traía a la casa, sugerencias de todas las universidades; para ver si yo me animaba a escoger una carrera dentro de una casa universitaria, la historia hubiese sido otra. Pero nada, sólo quería dormir todas las tardes y seguir durmiendo y seguir durmiendo y seguir comiendo y seguir bostezando y seguir durmiendo…
Otra vez sin trabajo. Otra vez sin dinero y sin nada ahorrado. Ahora, a empezar de cero otra vez. Antes que me vaya quiero despedirme de Mechita, la bella universitaria que siempre tuvo y tiene una sonrisa para mí. Antes de que me vaya de aquí, la tengo que saludar y desearle mucha suerte en su carrera y en su vida profesional. Por cierto, tengo dos libros pendientes que me tiene que devolver, es necesario esperarla para así de una buena vez dejar todo desde cero. Suena mi celular, ya no tenía sentido tenerlo apagado, ya estoy sin trabajo, ya estaba desempleado, ya estaba fuera del mundo laboral. Le contesto a Martin.
-Habla Canoso…
-Hola Martin.
-¿Qué pasa por qué me contestas así?…
-No pasa nada… ¿Y qué tal?...
-No, idiota, a ti te pasa algo… te conozco…
-Nada, solo que ya acabó mi contrato y bueno… no me han renovado…
-Puta madre… puta tío, sorry…
-No te preocupes, te ibas a enterar de todas formas…
-Eso es lo de menos Canoso… ya saldrá algo por ahí… yo te voy a buscar algo aquí en esta empresa…
-Gracias Martin… ojalá consigas algo para mí.
-De todas maneras… bueno te dejo Iván, estoy seguro que lo último que quieres hacer ahora es hablar… te dejo hermano mío.
-Otra vez gracias por tu comprensión amigo…
-Cuídate, y ya sabes que estoy contigo…
-Lo sé… lo sé… hasta pronto.
-Hasta pronto canoso.
Camino hasta la oficina de mi jefe, en mis manos tengo el informe que es mi entrega de cargo, al llegar a la puerta de la oficina, me doy cuenta que la puerta está semi abierta . Toco, y desde el fondo escucho a mi ex jefe que me dice que pase.
-Hola Iván… ¿ya tienes tu entrega de cargo?...
-Sí, jefe.
-Muy bien hijo… lo siento. Pero sé de tu capacidad y pronto conseguirás otro trabajo y mejor.
-Eso espero jefe.
-Dame tu entrega de cargo…
-Sí, aquí está, tome…
Mi ex jefe lo revisa y le da su aprobación. Se para y me abraza y me desea buena suerte en mi nueva vida de desempleado.
Salgo de su oficina y en la espera de la biblioteca veo a Mechita que me está esperando con los libros pendientes a entregar. Me mira y la miro y siento que algo me quiere decir a lo lejos.
-¡Iván!...
-Un ratito Mechita… voy al baño…
-Apúrate tengo algo bueno que contarte…
-Yo en cambio algo malo Mechita… ya espérame…
-Sí te espero…
Cuando entro a los servicios higiénicos, me brota una nostalgia irreparable; no sé por qué, pero tengo miedo y ganas de llorar. Salgo de los servicios higiénicos y camino a darle la mala noticia a Mechita…
-Mechita, lo siento… no quería hacerte esperar tanto…
-No te preocupes Iván. Mira aquí están los libros que me faltaba entregarte…
-Gracias Mechita, con eso ya dejo todo en orden…
-¿Ya dejo?... ¿te vas de viaje, Iván?...
-No precisamente…
-¿Entonces?...
-Mechita ya no voy a trabajar aquí… acabó mi contrato y no me lo han renovado.
-¡Anda!... no fastidies, Iván… me estás tomando el pelo, ¿no?...
-No me jugaría con eso…
-Me parece muy bien amigo que ya no estés trabajando aquí…
-Gracias por levantarme la moral amiga…
-No, de verdad, te lo digo enserio amigo…
-No te entiendo, Mechita.
-Bueno, ahora que tú me has dado una mala noticia, me toca dar a mí la buena noticia…
-A ver pues, soy todo oídos…
-La gente del periódico Mercadeo leyó tu blog…
-¿Y quién se lo dio?...
-Quien más pues, yo pues, tu amiga… te cuento: lo que pasa es que un amigo (un patín que me está afanando hace mucho) me dijo que si yo quería trabajar en ese periódico El Mercadeo, necesitaban personal, para la nueva sección de espectáculos, escritores, publicitas, diseñadores gráficos y profesionales capacitados que manejen las estadísticas a la perfección…
-Qué bueno… Mechita ya vas a trabajar…
-No, tonto… no me estás entendiendo…
-¿Entonces?...
-Yo le agradecí mucho a mi amigo, pero yo todavía no puedo fusionar el trabajo con mis estudios, hasta que esté en octavo ciclo porque todos los cursos se dictan en la noche y así podré trabajar sin bajar mis notas…
-A ya…
-Entonces cuando mi amigo me dijo que necesitaban en ese periódico escritores, le di la dirección de tu blog…
-Qué pena…
-¿Pena por qué Iván?...
-Porque si tu amigo te está ofreciendo un trabajo, es porque simple y llanamente le gustas, y tú le sales que tienes un amigo que es un escritor de cuarta categoría jajajaja…
-No te rías, porque me acaba de llamar mi amigo hace un ratito…
-¿Seguro para insistirte que trabajes en ese periódico?…
-No, nada qué ver amigo… me ha dicho que le ha encantado cómo escribes y se ha leído todos tus post y tus dos novelas… claro está, me ha dicho que te falta pulir ciertas cosas pero la esencia de lo que el periódico necesita a ti te basta y sobra… quiere que vayas a verlo y de una vez ya trabajes para ese periódico…
-No te creo… me sigues bromeando ¿no?...
-Para nada… vas a trabajar en la sección de sociedades, escribiendo tus cosas y tus pensamientos, ¡amigo!… ¡qué chévere!, ¡amigo!…
-Dame la dirección…
-Ya apunta…
(BRASIL Y BRAKIL)
(PERU Y BRASIL; BRASIL Y PERU)
ALGO INESPERADO
Hace poco, para ser más preciso, ayer, me despidieron de mi trabajo. No fue una decisión de mi jefe. Él también depende de otro jefe y de su planilla de contratación. En cambio yo, dependo de ambos y de un contrato a tiempo completo y a servicios no personales. Vaya término ¿no?... en fin. Mi jefe con toda la pena del mundo (se le notaba), me dio la penosa noticia de que ya no trabajaría más en la biblioteca de esta universidad. Que mi contrato ya se había vencido (como si hubiese firma algo parecido) y que no había presupuesto para el próximo año. Yo también estaba con pena. Ya me había acostumbrado a los libros, al sistema y, sobre todo, a los alumnos de la universidad. Acostumbrado a toda ese mágico mundo llamado universidad, que solo uno mismo lo puede sentir y, por lógica, vivir. Yo siempre, a todo ese mundo mágico, lo aluciné desde afuera y de verdad les digo que lamento mucho no haber estudiado alguna carrera en una universidad a pesar que las oportunidades siempre estuvieron ahí… siempre mamá solía decirme:
-Hijo, estudia algo. Mira que después quién va a velar por ti. Yo ya estoy vieja y no voy a estar siempre a tu lado…
-No mamá, no me gusta estudiar. Yo voy a trabajar… nada de estudio.
-Hijo, primero tienes que estudiar una carrera. No te gustaría ser profesional, ser por ejemplo: un Abogado, un Ingeniero, un Arquitecto… no te gustaría eso hijo…
-Todas esas profesiones están saturadas en el mercado laboral mamá. Yo sería uno del montón. Por favor yo voy a trabajar mucho para tener plata y nunca estudiar…
-Allá tú, hijo. Allá tú.
Siempre tenía para estas cosas (estudios) un millón de peros, y sólo para que me dejen tranquilo y no sigan con el rollo de que tenía que estudiar algo para mi futuro. Ahora me arrepiento del todo. Ahora mismo, que estoy haciendo mi entrega de cargo, se me viene a la mente que, si hubiese mostrado un poquito de interés en los prospectos que mi madre me traía a la casa, sugerencias de todas las universidades; para ver si yo me animaba a escoger una carrera dentro de una casa universitaria, la historia hubiese sido otra. Pero nada, sólo quería dormir todas las tardes y seguir durmiendo y seguir durmiendo y seguir comiendo y seguir bostezando y seguir durmiendo…
Otra vez sin trabajo. Otra vez sin dinero y sin nada ahorrado. Ahora, a empezar de cero otra vez. Antes que me vaya quiero despedirme de Mechita, la bella universitaria que siempre tuvo y tiene una sonrisa para mí. Antes de que me vaya de aquí, la tengo que saludar y desearle mucha suerte en su carrera y en su vida profesional. Por cierto, tengo dos libros pendientes que me tiene que devolver, es necesario esperarla para así de una buena vez dejar todo desde cero. Suena mi celular, ya no tenía sentido tenerlo apagado, ya estoy sin trabajo, ya estaba desempleado, ya estaba fuera del mundo laboral. Le contesto a Martin.
-Habla Canoso…
-Hola Martin.
-¿Qué pasa por qué me contestas así?…
-No pasa nada… ¿Y qué tal?...
-No, idiota, a ti te pasa algo… te conozco…
-Nada, solo que ya acabó mi contrato y bueno… no me han renovado…
-Puta madre… puta tío, sorry…
-No te preocupes, te ibas a enterar de todas formas…
-Eso es lo de menos Canoso… ya saldrá algo por ahí… yo te voy a buscar algo aquí en esta empresa…
-Gracias Martin… ojalá consigas algo para mí.
-De todas maneras… bueno te dejo Iván, estoy seguro que lo último que quieres hacer ahora es hablar… te dejo hermano mío.
-Otra vez gracias por tu comprensión amigo…
-Cuídate, y ya sabes que estoy contigo…
-Lo sé… lo sé… hasta pronto.
-Hasta pronto canoso.
Camino hasta la oficina de mi jefe, en mis manos tengo el informe que es mi entrega de cargo, al llegar a la puerta de la oficina, me doy cuenta que la puerta está semi abierta . Toco, y desde el fondo escucho a mi ex jefe que me dice que pase.
-Hola Iván… ¿ya tienes tu entrega de cargo?...
-Sí, jefe.
-Muy bien hijo… lo siento. Pero sé de tu capacidad y pronto conseguirás otro trabajo y mejor.
-Eso espero jefe.
-Dame tu entrega de cargo…
-Sí, aquí está, tome…
Mi ex jefe lo revisa y le da su aprobación. Se para y me abraza y me desea buena suerte en mi nueva vida de desempleado.
Salgo de su oficina y en la espera de la biblioteca veo a Mechita que me está esperando con los libros pendientes a entregar. Me mira y la miro y siento que algo me quiere decir a lo lejos.
-¡Iván!...
-Un ratito Mechita… voy al baño…
-Apúrate tengo algo bueno que contarte…
-Yo en cambio algo malo Mechita… ya espérame…
-Sí te espero…
Cuando entro a los servicios higiénicos, me brota una nostalgia irreparable; no sé por qué, pero tengo miedo y ganas de llorar. Salgo de los servicios higiénicos y camino a darle la mala noticia a Mechita…
-Mechita, lo siento… no quería hacerte esperar tanto…
-No te preocupes Iván. Mira aquí están los libros que me faltaba entregarte…
-Gracias Mechita, con eso ya dejo todo en orden…
-¿Ya dejo?... ¿te vas de viaje, Iván?...
-No precisamente…
-¿Entonces?...
-Mechita ya no voy a trabajar aquí… acabó mi contrato y no me lo han renovado.
-¡Anda!... no fastidies, Iván… me estás tomando el pelo, ¿no?...
-No me jugaría con eso…
-Me parece muy bien amigo que ya no estés trabajando aquí…
-Gracias por levantarme la moral amiga…
-No, de verdad, te lo digo enserio amigo…
-No te entiendo, Mechita.
-Bueno, ahora que tú me has dado una mala noticia, me toca dar a mí la buena noticia…
-A ver pues, soy todo oídos…
-La gente del periódico Mercadeo leyó tu blog…
-¿Y quién se lo dio?...
-Quien más pues, yo pues, tu amiga… te cuento: lo que pasa es que un amigo (un patín que me está afanando hace mucho) me dijo que si yo quería trabajar en ese periódico El Mercadeo, necesitaban personal, para la nueva sección de espectáculos, escritores, publicitas, diseñadores gráficos y profesionales capacitados que manejen las estadísticas a la perfección…
-Qué bueno… Mechita ya vas a trabajar…
-No, tonto… no me estás entendiendo…
-¿Entonces?...
-Yo le agradecí mucho a mi amigo, pero yo todavía no puedo fusionar el trabajo con mis estudios, hasta que esté en octavo ciclo porque todos los cursos se dictan en la noche y así podré trabajar sin bajar mis notas…
-A ya…
-Entonces cuando mi amigo me dijo que necesitaban en ese periódico escritores, le di la dirección de tu blog…
-Qué pena…
-¿Pena por qué Iván?...
-Porque si tu amigo te está ofreciendo un trabajo, es porque simple y llanamente le gustas, y tú le sales que tienes un amigo que es un escritor de cuarta categoría jajajaja…
-No te rías, porque me acaba de llamar mi amigo hace un ratito…
-¿Seguro para insistirte que trabajes en ese periódico?…
-No, nada qué ver amigo… me ha dicho que le ha encantado cómo escribes y se ha leído todos tus post y tus dos novelas… claro está, me ha dicho que te falta pulir ciertas cosas pero la esencia de lo que el periódico necesita a ti te basta y sobra… quiere que vayas a verlo y de una vez ya trabajes para ese periódico…
-No te creo… me sigues bromeando ¿no?...
-Para nada… vas a trabajar en la sección de sociedades, escribiendo tus cosas y tus pensamientos, ¡amigo!… ¡qué chévere!, ¡amigo!…
-Dame la dirección…
-Ya apunta…
(BRASIL Y BRAKIL)
(PERU Y BRASIL; BRASIL Y PERU)
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