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CAPÍTULO 8

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SIEMPRE TE AMARÉ ABRIL Cielo, contestó el teléfono de su casa. Al oír la voz de Andrés, el mundo se le vino abajo. -Andrés, qué sorpresa… -Hola, Chata. -Hola, Andrés… -Oe, ¿tienes grupo para el trabajo de Economía III?... -No, Andrés… nunca me puse de acuerdo con nadie… -Bueno, te pongo en mi grupo para el lunes… -Gracias, Andrés… te la debo -No, hoy por ti, mañana por mí. -Gracias, Andrés. -Chata, se acerca tu cumpleaños… -Así parece, ¿qué me vas a regalar?… -Ya verás. Habla, unas chelas… -¿Unas chelas?... Bueno… -Ya pues vente a mi jato… -No, en tu casa no… vamos al Piano Bar, Andrés… -Ya, está bien, allí, en una hora… -Muy bien. … -Ahora, hagamos otra pose… -¿Qué pose, señor Sánchez? -La del filo de la cama. -¿Esa?… bueno, usted ordena y yo obedezco… Marisol, de lo echada que estaba, gateó hasta el filo de la cama. Sánchez, de lo echado que estaba, se puso de pie, para vulnerar las nalgas de Marisol, lo hizo sin contemplaciones, con vértigo, y con fuerza. Sánchez, terminó en esa pos...

CAPÍTULO 7

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SIEMPRE TE AMARÉ ABRIL. 7 Abril, cuando terminó de hablar con Pocho por el celular, se le vinieron varias cosas a la mente. Tantas cosas que las resumió en tres partes. Primero: el saber que Pocho está en Lima y recuperado, para Abril, fue como algo extraño, como algo nuevo, como algo curioso, como algo deseable. Volver a ver después de mucho tiempo al primer hombre de su vida. Al que le hizo sentir cosas que antes no había sentido y, sobre todo, a la única persona que le presentó de una cierta forma, el verdadero amor. Un amor difícil por las circunstancias en que se dio. Un amor que, ella misma no lo llamaba así, sino, tan sólo un querer. Un amor al tiempo perdido, de situaciones placenteras, comprometedoras y arrolladoras. Abril, se echó sobre su cama boca arriba y miró la pared en lo alto de su habitación, encontró la nave del recuerdo, y empezó a recordar los mejores momentos con Pocho. Abril, llegó al recuerdo de uno en especial, uno que, aunque pase cien vidas después de ella, n...
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CAPÍTULO 6 NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL. -Me gusta éste hostal, primo. Por fin me llevas a uno decente. -Diana, entró primero a la habitación, lo primero que hizo fue encender la luz de la habitación y la luz del baño, después, se sentó sobre la cama y no dejó de mirar las paredes decoradas por los cuadros.- -Eso es porque es fin de mes, Dianita… -Él, cerró la puerta de la habitación, se puso cómodo y prendió un cigarrillo, de la nueva cajetilla que se había comprado por el camino. Él empezó a fumar tranquilo y muy relajado.- -A ya, y como todos cobran en fin de mes, seguro, a mi tío ya le han pagado en su trabajo. -Claro, Diana. Y yo ni corto ni perezoso le he picado rico… -¿Sí?... ¿Cuánto le has picado?... -Ciento cincuenta soles. -Mira tú, entonces, será motivo para que me compres mi cajetilla de cigarros… -Pero, acabo de comprar esta cajetilla… -No primito, yo quiero mí cajetilla. -Si es así, normal, no te preocupes por eso. -Gracias, primo. A ver, prende la tele, hoy quiero ver una bue...

PARTE CINCO (5)

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NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL. 5 Pocho, miró las paredes de su casa. Las encontró bien pintadas con un color azul lavable. Las tocó, las sintió, y volvió a la nostalgia. Recordó que de pequeño esas paredes eran tachadas, maltratadas y dibujas por él mismo, simulando ser un pintor de aquellos. Era un niño, su madre nunca le reprendió, lo dejó ser, lo dejo dibujar, hasta que ella misma se cansó de mandar a pintar cada cierto tiempo las paredes de su casa. Un día ella, mandó a pintar todas las paredes con pintura lavable. Pocho, cuando buscó hacer de las suyas con las paredes, se dio cuenta que ya no era igual pintarlas, maltratarlas o mancharlas. Recordó muy bien, cómo lloraba, al no poder hacer un solo trazo en las paredes de su casa. El usaba dos plumones, azul y rojo, y un lápiz que le regaló su padre. A los cinco años dibujó un corazón en la pared junto al cuarto de baño de la sala. Su padre, cuando vio ese corazón plasmado de colores y rayas por doquier, se rió mucho y le pr...

PARTE CUATRO (4)

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NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL 4 -Ya estoy afuera, prima. -Espérame, ya falta poco para que termine la práctica. -Ya, está bien, te espero… Él, estacionó el coche en todo el frontis de la universidad del Callao. Prendió un cigarro, fue el último de la cajetilla, y con toda la paciencia del mundo, esperó sentado a su prima Diana. Diana, aduras penas pudo hablar con su primo por el celular, porque estaba en plena práctica, estaba pasando a limpio el último ejercicio que Abril le había pasado. Diana, con todo lo que ella había hecho en su examen, le bastaba para salir aprobada. En cambio, Abril, quería más, llenar el examen, completar las cinco preguntas, hasta la pregunta opcional. Andrés, le faltaba resolver esa pregunta opcional, y se demoraba mucho porque no le salía coherente el resultado final. -Abril, ya me voy… mi primo me está esperando… -Espérate un toque, ahorita, Andrés, me pasa la cinco… -No, ya con lo que tengo me basta y sobra, ¡no seas conchuda!... -Mira quien habla. Vete pues, t...

PARTE TRES (3)

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NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL. 3 Paloma, había ingresó a la universidad por un traslado externo. Lo cierto que nadie supo de qué universidad venía. Ni el porqué de su traslado a la facultad de Economía. Paloma, siempre fue muy misteriosa. Misteriosa incluso con Andrés, que, de cierta manera fue como su mejor amigo. Nadie conocía su casa. Cuando le hablaban de sus padres sólo solía decir que estaban bien y nada más. Nadie los conoció. En la universidad, Paloma cumplió. No fue una alumna maravillosa, pero tampoco una mediocre profesional. Paloma, siempre se vistió con mucha ropa. Paloma, fue todo lo contrario de Abril. Todo lo contrario en gustos y colores. No salía con nadie, no iba a fiestas, no tomaba, no fumaba, no iba por chicos, sólo le gustaba estar en casa leyendo libros, un placer sano que Paloma adoraba siempre hacer. Antes de ir a la universidad le gustaba correr una hora por todo el parque de su casa. No era ni gorda ni flaca. Tenía buen cuerpo, aunque ella siempre ocultó sus atrib...

PARTE 2

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NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL 2 La gente caminaba muy tranquila por todo el andén de la calle Juan Pablo II. Caminaban tranquilos, salvo cuando caía la noche. Todos tenían que tener cuidado y protegerse de los amigos de lo ajeno. Los universitarios siempre eran los que caían en las telarañas calles de aquellas personas mal intencionadas. Los celulares con camarita y memoria eran como cocaína para los ladrones de ese lugar. La demanda era fuerte, y, también muy lucrativa. Así fue como le robaron a Andrés su celular moderno. Fue en un descuido total. Producto de una llamada receptora. Andrés, no iba a contestar, pero se dio cuenta que era su amor platónico, Abril, y no dudó en contestar, sabiendo que era peligroso hacerlo. Sabiendo incluso que ya era de noche, y que estaba ya de salida y afuera de la universidad. Ni siquiera escuchó la voz de Abril porque sintió una sola cachetada en toda su oreja derecha que hizo volar para un lado desconocido aquel celular moderno. Cuando Andrés se ubicó des...

NUNCA TE OLVIDARÉ ABRIL.

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1 -Como te sigo contando, Paloma, sigo enamorado de Abril… -Mmmm ay Andrés, sigues en lo mismo… yo pensaba que ya se te había pasado. -Eso yo también pensé, Paloma… y mírame, sigo en la misma vaina. -¿Y dime, qué pasó con Cielo?. -Nada pues, le tuve que decir la verdad… -Ay Andrés… ¿Y se puede saber qué verdad es esa?… -Si Cielo quiere estar conmigo, entonces tiene que ser a mi manera. -¡No!, ¡no me hagas reír!... ¿Y se puede saber cuál es esa manera, señor?. -… Ya pues, Paloma, no te hagas… -Ya sé… nada de compromisos, nada de presiones, ni llamadas, sólo sexo, sexo, sexo y sexo. -Así es, amiga, sólo sexo… -¡Hombres!… ¡Hombres!… -No pues Paloma, no me vengas ahora tú con sermones… -No, nada que ver Andrés. ¿Y dime qué te dijo, Cielo?. -Lo lógico amiga, se fue llorando y me mando a la mierda… -¡Anda sí!… ¡no te creo!, ¡Bien hecho! Ja… -Búrlate, búrlate… búrlate de éste pobre hombre… -Ya era hora que la muy tonta se diera cuenta. Te has burlando de ella hasta decir basta… vaya que algu...