Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2010

CUANDO TE QUEDAS EN EL PASADO.

Imagen
UN HOMBRE DE BUENA FE. CUANDO TE QUEDAS EN EL PASADO. -¡Ahora sí, Iván!… -¡Mechita!... hija, me has asustado… -Hablando de asustado, hoy somos cine… ¿Qué dices, Iván?... -Vaya, te veo muy alegre esta mañana. -Sí Iván, he aprobado todos mis parciales. ¿No es para menos no?... -Bueno, hija… no se diga más, hoy vamos al cine… -De todas maneras… me muero por ir a ver la Teta Asustada… -Y yo también. -Entonces, Iván, paso por ti a las seis… -Hoy vamos a cerrar temprano, así que mejor nos vemos en plaza San Miguel a las siete… así me das tiempo de bañarme y cambiarme de ropa… -Ya pues… ahí nos vemos, a las siete, en plaza San Miguel, en la sección de mascotas. -Perfecto, hija. -No me llames así, no me gusta. -Ah, disculpa Mechita, no lo vuelvo a hacer… -Eso espero… bueno, me voy, hasta la siete, que tengas un lindo día, Iván… -Tú también, hija, perdón, Mechita… hasta la siete. -Mmmm hasta la siete, Iván. Ya tenía meses sin saber nada de Penélope. Y valgan verdades, la extrañaba a mares. Incl...

NUNCA DIGAS NUNCA.

Imagen
UN HOMBRE DE BUENA FE. NUNCA DIGAS NUNCA. -Por fin, dulce hogar, dulce hogar, por fin en casita… -No es para tanto, Penélope. Has estado fuera de Lima, creo, una semana y media… -Para mí sí, Iván. El Cusco es hermoso todo lo que tú quieras pero, mi departamento, no lo cambio por nada, ni por otros aires y ni por ciudades hermosas… -No vas a negar que cambiar de aires te hace mucho bien. -Claro, eso sí. A lo que me refiero, Iván, es que yo soy una mujer muy sedentaria, no puedo estar tanto tiempo lejos de mis hábitos, de mi ciudad y, sobre todo, de todo lo que está en este departamento. Todo lo que ves aquí soy yo. Eso sí, tengo que viajar para tener otros aires; pero a lo mucho me quedo dos semanas y esto es… -Te entiendo, Penélope… -Ven ayúdame a desempacar… Penélope, no se había comprado nada en el Cusco, eso significó que sólo viajó para trabajar y de paso conocer esa bella ciudad. Le ayudé a desempacar tan sólo lo que había llevado para su viaje. Un par de maletas de su ropa urb...

UNA MADRE SOLTERA Y UN CONFUNDIDO IDIOTA.

Imagen
UN HOMBRE DE BUENA FE. UNA MADRE SOLTERA Y UN CONFUNDIDO IDIOTA. La única forma que supe que estaba metido en un gran problema fue, cuando leí el e-mail que me envió, Penélope. Esa devastadora carta colgada en mi ordenador fue para entender que ya Penélope sentía algo por mí. Y para qué negar que yo, al terminar de leer la carta, sentía lo mismo. Por otro lado, pero no alejada del problema, estaba la bella Giga, que no se iba a quedar tranquila y, para ser honesto, yo tampoco quería que se quede tranquila, lo “nuestro” recién estaba empezando, y valgan verdades, daba para más. En cambio con Penélope había otro feeling; digámoslo así: lo “nuestro” era más honesto, más protector, más cuajado y más bonito. Entonces, por ende había mucha química entre los dos. Pero lamentablemente yo ya estaba jugando sucio. A pesar que con Penélope no había nada concreto, nada definido, pero mi conciencia me vulnera cada vez que pensaba en ella. Y para colmo de males, las dos mujeres que me tenían en ese ...

UN GIGA DE PROBLEMAS.

Imagen
UN HOMBRE DE BUENA FE. UN GIGA DE PROBLEMAS. Penélope, viajo al Cuzco. Viajó por trabajo. También lo hizo para tomar otros aires, dejar por unos días la ciudad de Lima, la rutinaria ciudad de Lima, con todo su humo y con todo su “ordenado” tráfico. La fui a dejar al aeropuerto Jorge Chávez; hace tiempo no iba por esos lugares, mejor dicho, hace tiempo no viajo a ningún lado. Entre risas y chistes, más de mi parte que de ella, en ese lugar, allí sentados en la estación, nos dimos cuenta que alguien nos alzaba la mano. Penélope me avivó del saludo, yo también iba a hacer lo mismo, pero ella me ganó. “Es una chica, ¿La conoces?”... le dije, mientras observamos que la desconocida mujer se estaba acercando. “Sí, creo que sí, Iván. Se me es conocida”. Me dijo Penélope sin mirarme. Cuando la mujer desconocida se nos acercó de completo, Penélope gritó a más no poder: -¡Amiga!... –Penélope corrió a su encuentro abriendo los brazos.- -¡Penélope!... ¡loca!... –Se abrazaron tan fuerte que por un m...

UN DÍA MIÉRCOLES DE MIÉRCOLES.

Imagen
UN HOMBRE DE BUENA FE. UN DÍA MIÉRCOLES DE MIÉRCOLES. En un miércoles cualquiera, después del trabajo, regresé a mi casa cansado y muy molesto. Tuve un día, para variar, de miércoles y de mierdas revueltas. Por un lado el inventario que siempre trae sorpresas; siempre por ahí, como arte de magia, se pierde un libro, y para buscarlo, mamita querida, si lo encuentran por ahí, por favor, pásenme la voz. Y por el otro lado, mi jefe, que me ordena a seguir atendiendo a los universitarios que, a última hora, por ser fin de mes, piden un motón de libros para sus trabajos finales y libros para estudiar para sus exámenes finales. Mierda, que tal día fue ese miércoles, en fin… ya fue, ya pasó y ya cumplí. Cuando regresé a mi casa, me doy con la sorpresa que se me había olvidado de activar mi celular. Porque es mejor trabajar sin que nadie te moleste, estar totalmente concentrado, al cien por ciento, más aún, cuando haces dos cosas a la vez. En la más mínima distracción, en ese conteo, puedo obvi...

LA TETA NO ASUSTADA.

Imagen
Novela: UN HOMBRE DE BUENA FE. LA TETA NO ASUSTADA. -¿Aló?... -Hola, Iván… ¿qué tal?… -¿Quién habla?... -Ay, hijo, no me digas que te has olvidado de mi timbre de voz. -¿Penélope?... -La misma que viste y calza, hijo… -Si no fuera porque me dices hijo, no te sacaba para nada. -Sí, ya veo, muy rápido olvidas a las amigas, ¿eh?. -Lo mismo digo… ¿y este número?... -Cambié de número… ya era hora de cambiar de número, ¿no crees?. -Con razón, siempre he querido comunicarme contigo y nada… -Si pues, ¿y qué planes para este fin de semana?… -Nada, ¿y tú?... -Nada, tampoco. ¿Vamos a bailar a una disco de un amigo?... -Normal… ¿Cómo hacemos?... -Nos encontramos el sábado en el Piano Bar, a las diez de la noche y de ahí nos vamos a la disco de mi amigo que queda en Miraflores. -Sale… -Entonces, así quedamos. Graba mi número ¿ya?... entonces, hasta el sábado… -Sí, lo grabaré. Entonces, hasta el sábado. -Ok… bye. Cuando terminé de hablar con Penélope, no lo podía creer. Hace tanto tiempo que no sabí...